Un tema de suma importancia para el ámbito científico en las últimas décadas es la exposición a la radiación solar. A pesar de la divulgación que se realiza por el sector médico sobre las complicaciones de la exposición solar, los hábitos de la población siguen siendo incorrectos, es conocido de los incuestionables beneficios que la luz solar le brinda al cuerpo, esta es una práctica que no exenta riesgos, por lo que debe hacerse con moderación y adoptando las medidas de protección adecuadas.
Propiedades de la radiación solar
- Favorece la producción de vitamina D, indispensable para la fijación del calcio. - Estimula el metabolismo, acelerando la actividad de las células. - Estimula la circulación sanguínea, disminuye la presión arterial a través de una vasodilatación. - Provoca acciones dermopurifcantes y seborreguladoras. - Estimula la producción de serotonin
a, dando una sensación de bienestar. - Psoriasis: la exposición al sol por un periodo muy corto de tiempo, 10 minutos basta, promueve la cicatrización de las lesiones. Lo mismo sucede en algunas dermatitis. - Estimula un aumento en el número de glóbulos blancos en sus dos líneas, neutrófilos y linfocitos.
Riesgos a la exposición solar
Décadas atrás se comenzó a divulgar sobre los daños que el sol puede ocasionar a la piel, principalmente envejecimiento precoz y cáncer. Lamentablemente en la actualidad aún no se logra concientizar a la población sobre estos riesgos, siendo este un tema que debe tratarse desde una temprana edad. La fotoprotección tiene como objetivo prevenir el daño que ocurre en nuestra piel como resultado de su exposición a la radiación ultravioleta (UV). Por tanto, las estrategias de fotoprotección se centran en la reducción del tiempo global de exposición al sol, especialmente en las horas del mediodía (12:00 a 16:00 h), llevar ropas adecuadas, utilizar gorros y gafas y aplicar fotoprotectores. De todos los efectos nocivos que producen las radiaciones solares sobre la piel el fotoenvejecimiento y, especialmente la fotocarcinogénesis son quizá los que en este momento centran la mayoría de las
investigaciones.
Fotocarcinogénesis
Se ha demostrado que los fotones de los rayos UV tienen una interacción directa con
algunas estructuras como el ADN y el ARN, las proteínas, los lípidos y los organelos
celulares, siendo la causa principal de eritema y quemaduras solares, así como el cáncer
cutáneo, en mayor medida el carcinoma espinocelular, todo esto por medio de las
llamadas sunburn cells y un aumento de la expresión p53 en los queranocitos.
La radiación solar, puede disminuir la inmunidad cutánea, con esto fomentaría la
formación de tumores.
Fotoenvejecimiento
Se conoce como fotoenvejecimiento a la agresión solar que sufre la piel humana expuesta
a los rayos UV, creando un aspecto áspero y senil. La piel es el órgano más extenso del
cuerpo humano, recubre la superficie corporal y es un participante activo en la defensa
del organismo. En la mayor parte de las ocasiones es su primera barrera frente a disímiles
agresiones externas, inorgánicas y orgánicas.
El envejecimiento consiste en una pérdida progresiva de la capacidad homeostática del
organismo, manifestada en una reducción de sus funciones y un aumento de la
vulnerabilidad a las enfermedades. Existen diversas teorías que tratan de explicar las
causas del envejecimiento, entre ellas, el envejecimiento cronológico y el envejecimiento
inducido; dentro de este último el Sol y las radiaciones (fotoenvejecimiento), y los
radicales libres. Los rayos ultravioletas y las radiaciones oxidativas causan la formación de
radicales libres, lo cual inactiva o destruye fosfolípidos, esta peroxidación lipídica
resultante, parece estar relacionada con ciertas enfermedades inflamatorias. Por otro lado
en estudios morfológicos realizados por diferentes autores, se ha demostrado que bajo la
influencia de la luz UV se destruye el colágeno y aumenta el número de las fibras elásticas;
se produce la llamada elastosis solar. El fotoenvejecimiento es el fenómeno que ocurre
como consecuencia de la exposición a las radiaciones solares.
Protección Solar
Se denomina factor de protección solar (FPS) al número de veces que el fotoprotector
aumenta la capacidad de defensa natural de la piel frente al eritema o enrojecimiento
previo a la quemadura. Se debe tener en cuenta que la definición sólo indica la capacidad
de protección frente al eritema y no frente a los otros efectos producidos por la radiación
UVA.
La mayoría de los filtros solares con un FPS de 15 o mayor, hacen un excelente trabajo de protección contra los rayos UVB. FPS es la medida de capacidad que tiene un
bloqueador solar para evitar que los rayos UVB dañen la piel. Así es como funciona: si su
piel sin protección tarda 20 minutos para empezar a ponerse roja, al utilizar un protector
solar con un FPS de 15 previene el enrojecimiento teóricamente 15 veces más – alrededor
de cinco horas.
Recomendaciones
- Evitar las horas de máxima insolación, entre las 11.00 y las 17.00 h.
- La aplicación debe ser uniforme, sobre toda la superficie cutánea expuesta, y debe
realizarse 30 min antes de la exposición.
- En función del tipo de piel (grasa, mixta o seca), hay que elegir los excipientes
cosméticos más adecuados para cada caso.
- Las mujeres embarazadas deberán utilizar factores de protección elevados, para
evitar la aparición de manchas (cloasma).
- Utilizar gafas de sol adecuadas para proteger los ojos de la radiación UV.
- Evitar la utilización de colonias antes de exponerse al sol.
- Beber abundante agua antes, durante y después de la exposición al sol.
- Emplear factores de protección altos (> 50 FPS) y proteger con ropa en
exposiciones prolongadas a los bebés y niños pequeños.
- Recordar los efectos de la reflexión de la radiación UV (césped, 5%; agua, 10%;
arena, 25%; nieve, 80%).
Conclusión
La educación en materia de fotoprotección debe realizarse en todos los aspectos de la
sociedad: la familia, los sistemas sanitarios, la escuela, los puestos de trabajo con riesgo
de exposición solar crónica y los medios de comunicación. Esto debe ir acompañado de
una serie de medidas de soporte destinadas a facilitar la fotoprotección como desterrar la
aceptación social del bronceado, disponer de lugares con sombra, fotoprotectores con
precios más asequibles o educar a la población en el uso del índice UV para planear sus
actividades al aire libre. Todas estas acciones deben además tener una continuidad en el
tiempo y hacerlas un habito.
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